– E: Papá y mama no está, le tienes que escribir una carta a tu hermana el día de hoy, ¿Qué le dirías?
– A: (llanto) que la quiero, que me perdone por no estar con ella cuando enfermé y no hacerme cargo de ella.
Casi nos unimos a esa expresión de lágrimas pero la prisa por escribir era inmensa, no queríamos perder ni una sola palabra de la presente entrevista.
– E: Una pausa hijo para explicarte algo.
Así como tú te sientes, a veces se sienten papá y mamá, es decir, los invade un sentimiento de culpa por no lograr tu recuperación al 100%, es frustrante, los entendemos porque somos papás. Este sentimiento de culpa lo debes de ir eliminando poco a poco, la enfermedad en este caso la presentaste tú y no tu hermana. No es culpa de nadie, trabajaremos para descubrir juntos el porqué de esto y muchas otras cosas. Simplemente hoy te queda gozar a tu hermana. Ya no tarda en llegar de la escuela, y si tú no quieres no le digas un te quiero, quizá no va a entender la profundidad de tus sentimientos por su edad (6 años), sólo dile: “¿sabes qué D.? hoy te extrañé en la mañana y quiero jugar contigo”. Aunque no parece, ella valorará tu intención.
¿Quieres seguir?
– A: Si
Para aminorar o reducir el impacto emocional, dimos un giro a la entrevista.
– E: Dentro de la enfermedad como el cáncer no todo es dolor y sufrimiento, ¿cuál ha sido un momento bueno para ti y por qué?
– El campamento con mi amigo E.
– E: ¿Por qué?
– A: Jugamos mucho, los dos estábamos bien en esa época y nos divertimos mucho, nadamos etc.
– E: Una pregunta de alguien que nos puso en contacto contigo, P. Una persona que te conoció en el hospital y que ha sido de vital ayuda, la conocemos y sabemos de su sentir y su actuar. ¿Qué es ella para ti? (esto nos ayuda a obtener críticas confiables para mejorar como personas)
– A: Es una segunda madre, sociable, es buena con los niños. Se gana a la gente. Trae mucha luz por dentro.
– E: Dentro del hospital ¿hay alguien más así (como ella)?
– A: ¡No¡
– E: ¿La consideras entonces, tu persona de confianza, tu confidente dentro del hospital?
– A: Definitivamente.
– E: Falta poco campeón, las siguientes preguntas espero no te causen más recuerdos tristes o dolor.
Hay personas que están sanas, ¿qué les dirías a todos, es decir, que mensaje les dirías a los que hoy no están enfermos?
– A: Que hay gente que con una gripa se caen (se derrotan), ¡que luchen, que vayan a hospitales donde yo voy, que conozcan a niños enfermos de cáncer!
– E: Gracias hijo, nos vemos la otra semana.
¿A quién le vas a hablar si te sientes mal?
– A: A ustedes
– E: ¿A quién le vas a marcar si tienes miedo?
– A: A ustedes
– E: ¿A quién le vas a decir de groserías (risa), sólo en caso de merecerlo?
– A: (risa franca) A ustedes.
– E: Has entendido el mensaje, nos vemos la próxima semana.
Menciona Elisabeth Kübler-Ross: “Los niños son sabios”. Estuvimos con uno de ellos. Un joven que sin duda es un pilar, un sostén y un ejemplo para todos los que lo rodeamos.
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